El Diego vuelve a Posadas en un mural que revive su magia
La plazoleta ubicada en la intersección de las avenidas Trincheras de San José y Marconi, a pasos de la placita del puente, es escenario de un homenaje cargado de emoción y recuerdos. Allí, el muralista Mariano López, oriundo de Tapiales, La Matanza, pinta con dedicación la figura de Diego Armando Maradona, un ídolo inmortal en el corazón de los argentinos.
Pero este no es un mural más. La iniciativa nació del amor y la nostalgia de un grupo de vecinos del barrio, que tuvieron el privilegio de ver jugar a Maradona en vivo cuando el astro visitó Posadas el 9 de mayo de 1992. Aquel día, Diego llegó a la ciudad para disputar un partido a beneficio del Pabellón de Niños del Hospital Madariaga en el estadio Clemente Argentino Fernández de Oliveira. Y como si fuera un guion escrito por el destino, dejó su marca con un gol inolvidable desde la mitad de la cancha.
Un homenaje con historia
Ese grupo de amigos, que vibró con cada jugada de Maradona en la cancha de Guaraní, es hoy el impulsor del mural y también de un proyecto para renombrar el Parque de los Niños Vicario como Parque de las Infancias Diego Armando Maradona. Con esta propuesta, buscan no solo homenajear al ídolo, sino también recuperar el espacio público para las nuevas generaciones, mejorando su infraestructura y brindándole una nueva vida.
El muralista detrás de la obra
Mariano López no es un desconocido en el mundo del arte urbano. En La Matanza, es reconocido por sus murales dedicados a Maradona y a "El Indio" Solari, ícono del rock nacional. Su obra más destacada del Diez se encuentra en la avenida Don Bosco y Camino de Cintura, en la provincia de Buenos Aires, y fue presentada durante la reinauguración de la Ruta Provincial 4, rebautizada con el nombre del astro. Además, López ha plasmado en sus murales a figuras como Eva Perón, Juan Domingo Perón, Néstor y Cristina Kirchner, reflejando su admiración por personalidades que marcaron la historia argentina. "Y al Diego, por supuesto", aclara con emoción.
Desde su infancia, López encontró en el arte su pasión y estudió Bellas Artes en el colegio Yrurtia. Comenzó vendiendo retratos en ferias artesanales, hasta que el destino lo llevó a los murales. "Cuando falleció Diego, un par de amigos me pidieron que les hiciera dos o tres murales. Luego vino el de Camino de Cintura, que tuvo gran repercusión porque lo taparon en una campaña política. Desde entonces, me empezaron a llamar de todos lados", recuerda el artista.
Un mural que revive la magia de Diego
Desde el domingo pasado, López pasa sus jornadas en la plazoleta de Trincheras y Marconi, bajo la sombra de algunos árboles, pincel en mano, mientras conversa con vecinos y transeúntes que se acercan a ver su obra. Más que un mural, será una ventana al pasado, un recordatorio de aquel día en que el Diez deslumbró a los posadeños con su talento y dejó una huella imborrable en la memoria colectiva.
A medida que avanza el mural, los vecinos se detienen, observan y se emocionan al ver cómo el rostro de Diego cobra vida en la pared, evocando recuerdos imborrables de su magia en la cancha. "Me encanta hacer murales de Maradona porque soy fanático de él desde siempre", dice el muralista. Cuando habla del Diez, se le iluminan los ojos y su voz cambia, reflejando la admiración que siente por el ídolo popular.
El grupo de amigos y vecinos del barrio hace el aguante con presencia constante: pasan a sacar fotos, registran los avances y acompañan con tereré para sobrellevar el calor. Además, crearon la cuenta de Instagram Maradonianos de Posadas, un espacio para honrar al ídolo máximo y organizar la comunidad maradoneana de la ciudad.
El mural no solo embellecerá el barrio, sino que será un punto de encuentro, un testimonio vivo de la pasión que despierta Maradona y de su paso por Posadas, donde dejó una historia que sigue latiendo en la memoria de quienes lo vieron jugar aquella tarde de mayo de 1992.
