Radiografía del inicio del ciclo lectivo en Misiones

A escasos días de la vuelta a clases de los niños y niñas de Misiones desde Mandioca nos propusimos realizar un relevamiento sobre el estado actual de la educación misionera previa al retorno a las aulas.

¿Cómo se encuentran las escuelas misioneras? ¿Cuál es la situación salarial docente? ¿En qué posición está Misiones a nivel educativo en relación al resto del país?¿Qué hay detrás de todo el discurso de la "innovación educativa"? Para responder estas y otras preguntas charlamos con docentes de Posadas, San Vicente, Iguazú y Oberá para conocer la realidad de 4 puntos cardinales misioneros y analizamos distintos datos públicos sobre el estado de la educación en la Tierra sin Mal.

Dato mata relato

Apenas uno ingresa a la provincia de Misiones es inevitable toparse con propaganda en su clásico formato de cartelería de ruta: la educación y la economía del conocimiento son quizás los lemas más publicitados en este tipo de mensajes. Pero estos discursos publicitarios no se quedan ahí solo para quienes transitan las rutas, misioneros o turistas que atraviesan la provincia, operan fuertemente en lo que ya popularmente conocemos como "la calle online". Alcanza con repasar solo algunas cuentas de las redes sociales de funcionarios del gobierno renovador para vislumbrar un nivel de spameo y relato digital enfocado sobre la innovación educativa que poca relación tiene con lo que sucede en las escuelas de la provincia. Gran parte de ese relato tambaleó fuertemente tras el conflicto que atravesó la provincia desde febrero del año pasado, cuando, docentes primero, comenzaron a cortar rutas nacionales, provinciales y arterias de Posadas, para luego sumarse los policías, quienes lograron acaparar la atención de los medios nacionales y poner el ojo sobre Misiones.

No es necesario utilizar inteligencias artificiales o modelos de machine learning para analizar el discurso gubernamental sobre la educación: solo alcanza con revisar algunas publicaciones y llevar a cabo, lo que se dice en docencia, una "escucha atenta" para que rápidamente aparezcan una serie de frases hechas y conceptos cristalizados sobre la visión educativa de la provincia: "ejemplo a seguir", "educación disruptiva", "programación", "Inteligencia Artificial", "innovación", "modelo misionero" y otras palabras o frases son repetidas hasta el hartazgo por funcionarios de primera a octava línea y pasquines de todo tipo para referirse al sistema educativo de Misiones, obviando o más bien ocultando los datos detrás del relato.

Pero vayamos a lo concreto. ¿Qué dicen los números respecto a la educación misionera? Para empezar debemos tener en claro algunos datos. ¿Cuántos alumnos y alumnas hay en el sistema misionero? El último anuario publicado por la Dirección de Programación y Organización Educativa data del 2021 y da un total de 422.688 alumnos en nivel inicial, primario, secundario y no universitario en todas su modalidades (común, adultos, especial, etc.). Dentro de esa cifra, unos 187.705 son alumnos de primaria (tanto gestión privada como estatal) y unos 99.362 son estudiantes del nivel secundario (tanto gestión privada como estatal). Destacamos estos dos segmentos ya que allí es donde se destina todo el aparato mediático y propagandístico a la hora de ensalzar políticas educativas.

Ahora bien, para evaluar el estado del estudiantado misionero podemos valernos de las Pruebas Aprender, que si bien pueden ser cuestionadas por los modos y las formas, no dejan de ser un instrumento valiosísimo a la hora de mostrar una foto del estado de la educación. Para el nivel secundario poseemos los resultados del 2022, realizada en 463 escuelas de la provincia para un universo de 10895 estudiantes, tanto de gestión pública como privada. Dicha prueba, que comenzó a realizarse en 2013, recaba, entre otras cosas, conocimientos respecto a las áreas de matemática y lengua, además de algunos datos socioeconómicos. En relación a la progresión sobre el desempeño en matemática desde el 2013 al 2022 podemos ver el siguiente cuadro:

El deterioro que se ve desde el 2019 se explica por la pandemia y las nulas políticas educativas llevadas a cabo tanto por la provincia como por la nación para paliar esa situación. De esta manera, se puede decir que en 2022 casi el 90% de los estudiantes misioneros de la escuela secundaria tenían un nivel básico o por debajo del básico en matemáticas. En el área de Lengua la situación es similar, en cuanto al agravamiento de las condiciones, casi un 50% del estudiantado se ubica entre los niveles básico y debajo del básico.

Si observamos con detenimiento, la situación es inferior en el sector de educación estatal, donde los desempeños son peores tanto en matemática como en lengua:

En Misiones se cumple aquel apotegma ya devenido en meme popular que hablaba de "caer en la educación pública". Lastimosamente quienes así lo hacen tienen peores trayectorias escolares comparativamente hablando. Ni digamos ya si cruzamos los datos de niveles socioeconómicos: hablando en criollo, qué tanto influye nacer en un hogar donde se vive hacinado, con padres con o sin estudios, en entornos con o sin libros, etc. En matemáticas, el 74,2% de alumnos de estratos socioeconómicos bajos no alcanza los niveles básicos. Mientras que en los estratos sociales más altos, esa cifra llega al 42,9%, lo cual no deja de ser llamativo: ni una vida mas o menos acomodada en términos socioeconómicos alcanza para recibir una educación de calidad.

Por otro lado, si consultamos el último informe publicado (2020-2021) por la Subsecretaria de Educación respecto a los Indicadores Educativos veremos algunas cifras por lo menos preocupantes. A nivel secundaria, solo un 28.25% se egresa en tiempo y forma, mientras que un 42.8% se egresa con sobre edad. Por otro lado, en promedio en las escuelas secundarias de gestión estatal hay un 14.90% de abandono escolar: de cada 1000 chicos que ingresan al secundario, hay 140 que abandonan.

¿Y en primaria cómo está la cosa? Parafraseando a nuestro gobernador, la cosa no está fácil y no está fácil mismo. Para este caso, tenemos los datos de las pruebas Aprender 2023 realizadas a 18052 estudiantes de sexto grado en 1130 escuelas de la provincia. Los resultados no son del todo alentadores, por supuesto:

Tanto en matemática como en lengua aumenta el porcentaje que está por debajo del nivel satisfactorio. En el caso de lengua, más de un 53% tiene un nivel básico o debajo del básico, mientras que en matemática esa cifra llega al 38%. Si comparamos esta cifra a niveles nacionales, el 66,4% de los estudiantes alcanzaron el nivel de desempeño Satisfactorio o Avanzado en Lengua mientras que en Matemática alcanzan al 51,5%. En cambio, en Misiones, estos porcentajes son 61,9% y 46,8% respectivamente, poniendo a la provincia bastante por debajo de la media nacional, razón por lo cual resulta llamativo que se hable del modelo misionero educativo como ejemplo nacional cuando los números dicen otra cosa.

Otro cuadro interesante para mirar es el referido al desempeño en torno a la gestión de la educación. En Misiones, al igual que en otras provincias, se viene gestando un enorme traslado de la educación de gestión estatal a la privada. Esto repercute también en la calidad educativa, donde el sector de gestión estatal queda muy atrás en comparación con el desempeño de la gestión privada:

Otro aspecto interesante es cruzar las variables de distribución de estudiantes según nivel socioeconómico. Para empezar, la educación estatal concentra a un 94,7% de estudiantes de nivel socioeconómico bajo, 81,6% del medio y 42% del alto. Dentro de ese nivel socioeconómico bajo (que dadas las circunstancias actuales de aumento de la pobreza y desempleo, debe haber aumentado aún más) se concentran los peores rendimientos escolares:

Finalmente un dato no menor refiere al clima escolar, otra de las variables que miden las pruebas Aprender. Este ítem se basa en la percepción que tienen los y las alumnas respecto a las relaciones entre pares, la existencia de hechos de violencia intra escolares y de discriminación. En Misiones, un 21,8% de alumnos considera que el clima escolar es negativo, mientras que un 54% lo considera "intermedio". Esto da un 75% que no considera que el clima escolar sea positivo, lo cual habla muchísimo de la infinidad de problemas sin resolver que existen en las escuelas misioneras: docentes y directivos que educan como en el siglo XIX, edificios en pésimas condiciones, bullying naturalizado, entre otras cuestiones que se muestran como resueltas en pancartas propagandísticas pero que en los hechos siguen sin cambiar.

Testimonio mata relato

Más allá de las cifras detalladas que hablan por si solas, nos hemos contactado con 4 docentes de distintos puntos de la provincia para conversar sobre la situación escolar previa al inicio del ciclo lectivo. Teniendo en cuenta que el año pasado la provincia vivió de mayo a junio un mes completamente convulsionado por las protestas de docentes, empleados municipales y provinciales y la policía, nos pareció importante consultar con docentes qué cambio de aquel inicio del ciclo lectivo en 2024 y este. Recordemos, además, que si bien el conflicto que atravesó la provincia tuvo su punto culmine con las protestas policiales, los docentes se hallaban en lucha y movilizados desde mediados de enero, tras el recorte de las partidas del FONID y la Garantía Nacional: estos componentes salariales que envía el ejecutivo nacional fueron debidamente enviados en noviembre y diciembre pero el gobierno provincial no los giró a los docentes, haciendo que desde diciembre del 2023 a febrero del 2024 una maestra de grado sin antigüedad cobrase la miserable suma de 160 mil pesos de sueldo, motivo que caldeó completamente el inicio del ciclo lectivo del año pasado.

Desde la ciudad de Posadas, hablamos con V. que trabaja en uno de los tantos CEP de la provincia. Debido a la persecución que se ejerce hacia los docentes que hablan y cuentan la realidad que padecen, decidimos obviar tanto el nombre como la escuela. "En mi escuela no hubo ningún cambio que tuviera que ver con estructuras y con equipamiento ni con mantenimiento. Hace mucho tiempo no tenemos incentivos de equipamiento. Ya no se hace cuánto pedimos que nos arreglen el tanque de agua, un elemento básico que tiene que tener el alumnado para el dictado de clases y no lo hacen. Se hizo el relevamiento de las obras aproximadamente seis veces y todavía no pasó nada", contó a Mandioca. Otra problemática que se repite en varias escuelas de la capital provincial, tiene que ver con la seguridad. Su escuela sufrió una docena de robos el año pasado, presentaron todo tipo de notas, denuncias y reclamos al Consejo General de Educación, al Ministerio de Educación, a la Jefatura de policía y jamás obtuvieron una solución alguna. Aunque sí tuvieron una peculiar respuesta del ministro Aranda: "Básicamente nos dijo que la solución sería contratar personal de seguridad privada pero que ese costo lo debía absorber la escuela" dice V. entre la risa y el espanto.

Cuando llueve, pocas escuelas misioneras se salvan de inundarse

En Oberá, hablamos con A., docente de escuela media, que retrata una situación no muy distinta a la que sucede en Posadas, quizás peor, como toda la realidad por fuera de las 4 avenidas que configuran la civilización posadeña: "No hubo ningún tipo de mejora tangible en materia edilicia entre el inicio del ciclo lectivo del 2024 y este. Hay una realidad maquillada en planillas para que todo parezca que va sobre ruedas pero la realidad es otra: el nivel académico es bajisimo, muchas escuelas con obras que nunca se realizan, comedores escolares bancados con el bolsillo de docentes y vecinos, entre otras cuestiones. En el medio estamos nosotros, que debemos sobrevivir con salarios miserables y en ámbitos escolares completamente hostiles y persecutorios para quienes quieren reclamar por sus derechos". Esto último que cuenta A. no es un dato menor: hay infinidad de casos que se conocen de a oídas de docentes perseguidos y acosados por directivos, si esos directivos persiguen a sus compañeros, ¿cómo será el trato de estos cargos jerárquicos con el alumnado? No por nada la mayoría de los alumnos misioneros menciona que el clima escolar no es positivo.

El mobiliario Start-up: bancos sin respaldo y pupitres reventados

“La educación en Misiones no es la mejor”, aseguró un docente de San Vicente al describir la situación actual en las escuelas de la provincia. A pesar del conflicto docente, no hubo cambios tangibles en las instituciones: “Las condiciones edilicias siguen siendo las mismas, las partidas presupuestarias no han aumentado significativamente y los servicios de comedor continúan con las mismas dificultades de siempre”. La falta de recursos, el déficit de infraestructura y la escasa inversión en formación docente afectan directamente las trayectorias de los estudiantes, mientras que la sobrecarga laboral y la falta de incentivos salariales impactan en la calidad educativa. “El sistema prioriza la propaganda por sobre la realidad”, sostuvo, en referencia al discurso oficial sobre la educación disruptiva, que considera más una estrategia comunicacional que una transformación real. “No se puede hablar de educación de vanguardia cuando las escuelas carecen de lo básico, como infraestructura adecuada, conectividad y condiciones dignas para enseñar y aprender”, concluyó.

La falta de porteros y de mantenimiento hacen que todo tipo de alimañas se paseen por las escuelas

En las escuelas del norte de la provincia se repite la misma radiografía. En Wanda, Puerto Iguazú y Puerto Libertad, la calidad de la educación y el estado de las instituciones dependen más del esfuerzo de docentes, padres y alumnos que de la inversión estatal. “Si funcionan adecuadamente o están presentables estéticamente, se debe al trabajo de la comunidad educativa”, señaló una docente, quien describió cómo las cooperadoras y centros de estudiantes organizan rifas, bingos y eventos para comprar insumos básicos. En los comedores escolares, directivos y cocineras “hacen magia con el escueto presupuesto”, donde abundan los guisos, pero escasean frutas, verduras y proteínas. A su vez, advirtió un creciente desinterés del Estado provincial por atender las particularidades de Misiones, ignorando la realidad de la vida en la frontera, la concentración de la tierra y el impacto del monocultivo. “La escuela no enseña”, es la percepción de muchas familias y estudiantes, quienes transitan el sistema educativo sin verlo como una oportunidad real de crecimiento, mientras las redes sociales captan su atención con un entretenimiento superficial. Además, crecen problemáticas sociales como el consumo de estupefacientes y la violencia intrafamiliar, afectando la escolaridad de niños y adolescentes. Frente a este panorama, la docente criticó los discursos oficiales sobre la educación: “Siempre van a las escuelas del centro con la complicidad de supervisores, directivos y el sindicato amigo, se sacan la foto, hacen una jornada ‘guaú*’ y vuelven a sus oficinas creyendo que están en la buena senda”.

*Guaú: expresión guaraní que denota falsedad, mentira o broma.

Conclusiones matan relato

A las vistas está que el modelo misionero de educación no es más que un relato maquillado entre propaganda gubernamental, publicidad en el aceitado y domesticado aparato mediático provincial y un spam constante en todas las redes de los funcionarios. No por nada los funcionarios de primera y segunda línea no se cansan de hacer actos proselitistas en escuelas de toda la provincia, exponiendo a niños y niñas en las redes, a la vez que quieren bregar por proteger a las infancias de los riesgos que hay en Internet.

La realidad es otra y los y las docentes misioneros lo saben: "El discurso del gobernador diciendo que este va a ser un año maravilloso es insultante. Las escuelas no tienen presupuesto de mantenimiento, hablo de un bien elemental como el agua. Sin embargo las dicen que la educación en Misiones es de primera y solo muestran la Escuela de Innovación donde destinan los recursos necesarios para propaganda política y las demás escuelas estamos sumidas en un olvido generalizado", comentó V. espantada y harta.

Queremos destacar que no hemos hecho mención a la cuestión salarial, no por decisión de ignorarla sino porque quisimos poner el foco en lo que nunca discute el gobierno de la provincia, que son los niveles educativos y la situación real de las escuelas. Ni siquiera hemos llegado a abordar la problemática del ingreso a la docencia, de la poca o nula transparencia a la hora de acceder a cargos, de cargos truchos, asignaciones a dedo y demás problemas que existen debido a los malos manejos del Concejo General de Educación. Preferimos enfocarnos en un recorte de la realidad educativa que nunca es tapa en los medios. Si la mentira se repite tantas veces a través de tantos pasquines y cuentas oficiales, inevitablemente muchos la terminan creyendo.

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