
Un legado de la lucha: el derecho a la identidad
Desde 2004, en Argentina se celebra cada 22 de Octubre el Día Nacional por el Derecho a la Identidad. En esa fecha de 1977 se realizó la primera reunión de un grupo de mujeres que, además de buscar a sus hijos e hijas, buscaban a sus nietas y nietos desaparecidos por el terrorismo de Estado.
Doce mujeres en el origen de un derecho
Tal vez uno de los hechos más notables de la historia argentina sea el surgimiento en pleno terrorismo de Estado de grupos de mujeres que salieron a la calle a reclamarle al gobierno militar por las consecuencias de su atroz política represiva.

El dolor, el desconcierto, la desesperación ante la política de desaparición forzada de personas por razones políticas, llevó a sus familiares a congregarse en organizaciones, de las cuales una de las más conocidas mundialmente es la de las Madres de Plaza de Mayo. Pocos meses después, varias de ellas identificaron que tenían en común otra búsqueda: la de sus nietas y nietos apropiados por la maquinaria del terror estatal. En algunos casos se trataba de niñes secuestrades junto a sus padres, pero en la mayor cantidad se trataba de bebés nacides en cautiverio de madres que fueron secuestradas embarazadas.
Aquel 22 de octubre de 1977 se reunieron por primera vez en la ciudad de La Plata doce mujeres que se identificaron como “Abuelas de nietos desaparecidos”, que más adelante sería Abuelas de Plaza de Mayo.

Estas mujeres empezaban una ardua tarea de búsqueda y reconstrucción de información, que empezaba a indicar que existía lo que más adelante se pudo probar como un plan sistemático de apropiación de niñas y niños por parte de los ejecutores de la represión ilegal.
Como parte de ese plan, las madres secuestradas embarazadas eran mantenidas con vida hasta el momento del parto para luego sufrir el robo de sus bebés que no fueron restituides a sus familias de origen sino entregades en adopción con identidades adulteradas. Si bien los casos difieren, hubo por parte de la dictadura militar una intención deliberada de desvincular a esas niñas y niños de sus familias de origen, en muchos casos fueron entregades a familias a las que se consideraba con valores acordes al ideario del régimen militar.

En sus inicios, las Abuelas estimaron que unos 300 bebés podrían haber nacido en los centros clandestinos de detención ilegal que las Fuerzas Armadas habían montado en todo el país. Posteriormente, en base a denuncias realizadas por familiares e información aportada por sobrevivientes de esos centros de detención se pudo identificar a unos 500 grupos familiares que buscan a quienes fueron “desaparecides” siendo bebés.
La búsqueda de las Abuelas pasó a lo largo de estas casi cinco décadas por distintas etapas, desde buscar a bebés de corta edad a quienes no habían podido conocer, a interpelar públicamente a las y los jóvenes con dudas sobre su identidad de origen para que se acerquen a realizarse exámenes de ADN, para diseñar en el presente las estrategias para la continuidad de la búsqueda por lograr identificar a quienes aún no conocen su verdadera identidad.

En su lucha por restituir la identidad a sus nietas y nietos apropiados, Abuelas logró cambios importantísimos tanto en la legislación nacional como internacional sobre el derecho a la identidad, el cual si bien alude a una cuestión básica para toda persona no estaba enunciado como tal.
Asimismo, la búsqueda de Abuelas interpeló a la comunidad científica a partir de la pregunta de cómo la ciencia podía aportar en su búsqueda en la particular situación de tener que buscar a niñas y niños cuyos padres permanecen desaparecidos. Esa pregunta, realizada a principios de los 80, cuando se utilizaban los exámenes de histocompatibilidad para determinar la filiación de una persona, hizo posible un camino que culminaría con los adelantos en materia de genética que permiten la identificación mediante los exámentes de ADN.
Abuelas impulsó entre otras iniciativas la creación en 1987 del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) y en 1992 de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, institución gubernamental que llegó a coordinar todas las herramientas disponibles para la búsqueda de quienes fueron bebés desaparecides.

Actualmente, los esfuerzos coordinados de la larga lucha de Abuelas han logrado resolver el destino de 140 niñas y niños, restando aún la identificación de más de 300 de elles.
A 48 años de aquella primera reunión, quedan sólo dos “Abuelas de Plaza de Mayo” con vida, por lo que la institución ha resuelto los cambios necesarios para dar continuidad a una búsqueda que ya empieza a ser transgeneracional.